domingo, 3 de julio de 2011


A veces me resuta tan extraño qué seas real... Mi mente no asimilia qué
no seas sólo una ilusión creada para mi salvación; Qué seas alguien qué
está tan lejos y sin embargo siento tan cerca de mi corazón, alguien qué
pasó a ser lo más primordial en mi vida, alguien qué se hizo más
necesario qué el oxígeno, alguien qué se convirtió en mi propio oxígeno,
alguien qué me levante cuándo caígo aún sin hacerlo, alguien qué me
salva de morir cada día, alguien qué invada de ser cómo una plaga,
alguien qué haga la vida algo maravilloso, alguien que me da la
necesidad de vivir sólo para ver su sonrisa una vez más... Siempre me
costó mucho más asimilar lo bueno de la vida qué lo malo, y es por eso
qué a veces mi mente se niega a creer en la realidad de tu perfecta
existencia. Tus ojos, tu boca, tu sonrisa...Todos es una invitación a
amarte, invitación qué jamás negaría. Pero llega un punto en qué pienso
qué la realidad es sólo una ilusión; ¿ Y sí todo esto es una ilusión?
Francamente yo ya perdí toda teoría sobre el concepto de realidad e
ilusión y prefiero qué sea así. Porqué sos mi ilusión más real... Y
siempre va a ser así. Te amo, y eso es lo único qué sé qué es
genuinamente real, tanto cómo el hecho de respirarte cada día y no
dejarte escapar jamás de mi mente. Te amo, y mucho, gracias por ser la
ilusión más real de la vida